In the era of hyperconnection, social classes are divided by speed. Those who manage and operate the speed will also be managers of resources, readers, and customers. In the archaic age of newspaper distributions, the papers that arrived earlier at the kiosks were the first to be bought, and that more grew both readers and advertising. The problem was that they had to build their own distribution systems to be first.
Not much has changed conceptually, but everything has radically evolved. Undoubtedly, 2016 will be the year of speed on news consumption with a new form of content that requires effort in designing the user experience. UX and speed: I call that UXpeed.
Let’s see: Google, Facebook, and Apple’s interest in handling the UX and speed of news is impacting its distribution worldwide. Their offers are simple: Put “your” content in “our” speed and reach “your” audiences before others. This phenomenal concentration of global resources is nothing less than a struggle for speed management. We have listened carefully to Vox Media’s Trei Brundrett say that if an article takes more than one second to download, you start to lose readers. He usually carries an iPhone 4 (with a broken screen) to measure performance. But the arrival of the great players of global content still has an earth-shaking impact on how news are produced and distributed.
A content business is hard to scale if the content remains traditional; written news, video and audio lose value each time they are played or read. Interactive content, news applications, newsgames, data journalism projects, visualizations, and tools for civic engagement add value to journalistic content and subvert the equation: the content becomes the news, and increases its value.
We’ve seen this process in projects accelerated in recent years in Latin America, through Media Factory, the news media accelerator, and HacksLabs, the first data journalism accelerator program. We are also following performance articles with Newslytic, a new analysis tool developed in recent months to track journalistic impact. We’ve also explored implementation in the first Uxaton hosted in Buenos Aires last year.
For years, we’ve known that digital journalism is more than just newspaper articles — it requires new technologies and experiences. With the dramatic shift in the consumption of news from desktops (it feels paleolithic just writing it) to the generation of zombies who walk the streets looking at touchscreens, digital journalism will find a great challenge: to combine speed and mobile user experience in new ways.
The global media and content distribution companies still have a lot to talk about amongst themselves. For now, they seem rather sporadic efforts to arrange the falling Tetris pieces. But we know that those pieces begin to fall faster as time passes, up to the point when the game becomes impossible. Be rushed: 2016 has still not yet started but time is ticking. Or clicking.
En la era de la hiperconexión, los estratos sociales se dividen por velocidad. Quienes manejen y administren la velocidad serán también administradores de los recursos, de los lectores y de las costumbres. En la época arcaica de la distribución del papel, los periódicos que llegaban más temprano a los kioscos eran los que primero se compraban y los que más crecían en distribución y pauta publicitaria. El problema es que tenían que armar sus propios sistemas de distribución. No mucho ha cambiado conceptualmente, aunque todo ha evolucionado radicalmente. Sin dudas, el 2016 será el año de la velocidad en el consumo de noticias junto a una nueva forma de contenido que requiere un esfuerzo en el diseño de la experiencia de los usuarios. UX y Velocidad: UXpeed.
Veamos: la preocupación de Google, Facebook y Apple por administrar esa velocidad está impactando en la forma de distribuir las noticias a nivel mundial. La oferta es simple: depositen su contenido en nuestra velocidad y llegarán a sus audiencias antes que los demás. Esta fenomenal concentración de recursos globales es ni más ni menos que una lucha por la administración de velocidad. Hemos escuchado con atención a Trei Brundrett de Vox Media decir que un artículo que tarda en bajar en un teléfono móvil en más de un segundo debería ser descartado, y que suele llevar un iPhone 4 para medir la performance. Pero la llegada de los grandes players de contenido global todavía tiene un acercamiento jurásico a cómo se producen noticias.
El negocio del contenido planteado como una plataforma de información que publica noticias “artículo por artículo” es poco escalable si se queda en un nivel clásico: noticia escrita, video y audio pierden valor a medida que se van reproduciendo. El contenido interactivo, las aplicaciones de noticias, los game news, el periodismo de datos, las visualizaciones y las herramientas de participación ciudadana agregan valor al contenido periodístico y subvierten la ecuación: el contenido se convierte en noticia y su valor se incrementa. Hemos visto ese proceso en los proyectos que aceleramos en los últimos años en América latina, a través de Media Factory, la acelerador de medios periodísticos, y HacksLabs el primer programa de aceleración de periodismo de datos; y estamos siguiendo performance de los artículos con Newslytic, una nueva herramienta de análisis de impacto periodístico que desarrollamos en los últimos meses.
Desde hace unos años sabemos que el periodismo digital ya no se basa sólo en artículos periodísticos y que requiere otro tipo de tecnologías. Con el drástico corrimiento del consumo de noticias desde computadoras de escritorio (se siente paleolítico sólo al escribirlo) hacia la Generación Inclinada (lectores zombies que caminan por las calles mirando pantallas táctiles) el periodismo digital encontrará un gran desafío: combinar velocidad y experiencia de usuario móvil de una forma que hasta ahora no ha sido explorada con profundidad.
El periodismo interactivo y las plataformas globales de distribución de contenido todavía tienen mucho que conversar. Por ahora parecen más bien esfuerzos esporádicos para ordenar las piezas como si se tratara de un Tetris de los ’90. Pero ya sabemos que las piezas del Tetris comienzan a caer más rápido a medida que pasa el tiempo hasta que el juego se vuelve imposible. Aquellos que se pongan de acuerdo en combinar ambas corrientes van a disfrutar de nuevos reinados y alinear las piezas para poder seguir jugando. Hay que apurarse, el 2016 todavía no empezó.
Mariano Blejman is a Knight International Journalism Fellow in Argentina and managing partner of the Latin American media accelerator Media Factory.