“Facebook te avisará cuando un artículo parezca sospechoso”. Una de las primeras veces que vimos una alerta de noticias falsas en Facebook fue alrededor del Día de San Patricio, por una historia sobre el “tráfico de esclavos irlandeses” (mejor conocida como “el mito de los esclavos irlandeses”). Sam Levin, del Guardian, informó que el “estrangulamiento” de Facebook tuvo el efecto contrario: “Grupos conservadores se tomaron de eso para decir que estaban tratando ser silenciados”, como el caso de Christian Winthrop, editor de Newport Buzz, el sitio que publicó el artículo.
No está claro con qué frecuencia sucede esto. Que Facebook reconociera el artículo sobre el comercio irlandés de esclavos como falso fue comentado por varios medios, así que fue fácil identificarlo y lanzar una campaña de re-promoción del artículo en cuestión. Algunos editores y autores de sitios de noticias falsas le dijeron a Levin que no era claro si la campaña de Facebook estaba teniendo un efecto sobre su tráfico. Uno dijo que el sitio había “experimentado una caída en el tráfico desde que Facebook comenzó a confiar en fact-checkers externos”.
Pero las anécdotas individuales no son la mejor manera de evaluar si las acciones de Facebook están funcionando. Este tweetstorm de J. Nathan Matias, del MIT Media Lab (cuyo equipo, a principios de este año, colaboró con Reddit para animar a los usuarios a verificar historias sensacionalistas o potencialmente engañosas) es interesante. Algunos puntos destacados:
It's very unlikely that the fact checking organizations would develop clear intuitions on the effects across so many people
— J. Nathan Matias (@natematias) May 18, 2017
In the meantime, we should avoid judging the effectiveness or failure of fact checking based on single examples
— J. Nathan Matias (@natematias) May 18, 2017
During our study w/ worldnews on reddit, if I had pulled a random link to unreliable news, I could easily have concluded it wasn't working.
— J. Nathan Matias (@natematias) May 18, 2017
Effects can be surprising. Hypothesis: by promoting fact-checked articles further, unreliable news sources are undermining their credibility
— J. Nathan Matias (@natematias) May 18, 2017
En suma, todavía es pronto y no hay suficiente evidencia para saber si el esfuerzo es un éxito o un fracaso. Facebook, por supuesto, no está publicando datos.
“Un troll verdaderamente exitoso juega con la ambigüedad”. “La manipulación de los medios y la desinformación online”, un gran informe de Alice Marwick y a href=”https://twitter.com/beccalew”>Rebecca Lewis del instituto Data & Society, fue publicado la semana pasada. El denso informe –que tiene una versión resumida y más “divertida” en la sección Select All de la New York Magazine– analiza de qué modo “varias subculturas de Internet –algunas veces designadas como ‘alt-right’, pero más exactamente una amalgama de teóricos de la conspiración, libertarios, nacionalistas blancos, defensores de los derechos masculinos, trolls, antifeministas, activistas contra la inmigración y jóvenes aburridos– aprovechan las técnicas de la cultura participativa y las posibilidades de las redes sociales para difundir sus diversas creencias”.
Además de sitios falsos en un ciento por ciento, el informe llama la atención sobre sitios que “difunden información que se inserta en un continuo entre lo verdadero y lo falso”:
Las publicaciones con agendas altamente ideológicas, como Breitbart News u Occupy Democrats, suelen manipular deliberadamente la información para que encaje en una cosmovisión específica. Por ejemplo, en 2014, el Washington Free Beacon publicó un artículo que afirmaba que el gobierno estadounidense estaba financiando una investigación para rastrear y vigilar las declaraciones conservadoras en las redes sociales, lo que fue levantado por Breitbart y, finalmente, por Fox News. Si bien el proyecto existía, sus conclusiones fueron mal descriptas. Del mismo modo, los activistas liberales publicaron una historia del Conservative Daily Post afirmando que el gobierno de Trump acusaría a los manifestantes políticos de terroristas. Esto se basó en una propuesta informal del Senador Doug Erickson para acusar a los manifestantes que bloqueaban negocios con el delito de terrorismo económico. En ambos casos, las noticias eran una combinación de hechos y desinformación”.
“No espero ser preciso en un ciento por ciento”. Otro artículo reciente del Guardian, escrito por Jon Swaine, explora aun más la combinación de lo verdadero y lo falso de parte de blogueros como el anti-Trump Louise Mensch y el pro-Trump Mike Cernovich, “cuyos historiales de posts falsos son interrumpidos ocasionalmente por historias verdaderas”. Mensch dijo a Swaine: “Creo en una prensa libre. Las personas pueden y deben escribir lo que quieran”. Y Claude Taylor afirmó: “Hablando solo por mí, no espero ser preciso en un ciento por ciento, pero espero que, cuando todo esté dicho y hecho, sea más del 80%, aproximadamente”.
Charlie Warzel, de BuzzFeed, escribió sobre algo relacionado: ¿Qué sucede cuando los medios pro-Trump llegan a la primera plana? Warzel señala que las noticias reales contadas por Cernovich y otros han “complicado la habitual caracterización de los medios Pro-Trump como proveedores de noticias falsas exclusivamente. En las últimas semanas, los medios pro-Trump han llegado a tomar el control del ciclo de noticias políticas a través de una táctica inesperada: reportajes reales y, a veces, bien documentados”.
Translation by IJNet.