“Sólo Hungría tiene una brecha más grande…” El Informe de Noticias Digitales 2017 del Instituto Reuters, publicado la semana pasada, refiere a todo tipo de tendencias involucradas en el periodismo digital. En este post te damos el resumen general del informe del Nieman Lab y aquí algunas opiniones de los autores acerca de la manera en que las redes sociales diversifican el consumo de medios de la gente. También hay datos sobre la información falsa: “Las definiciones de ‘noticias falsas’ están plagadas de dificultades y los encuestados suelen mezclar tres categorías: (1) noticias ‘inventadas’ para ganar dinero o desacreditar a otros; (2) noticia que tiene una base real, pero que son ‘manipuladas’ para adaptarse a una agenda particular; y (3) noticias con las que la gente no se siente cómoda o no está de acuerdo” dicen los autores. “En nuestro análisis muy pocas personas pueden recordar con exactitud haber visto artículos en la categoría 1, excepto en los Estados Unidos”.
Se le pidió a residentes de 36 países que indicaran su nivel de acuerdo con las siguientes declaraciones: (1) “Creo que se puede confiar en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo” y (2) “Creo que puedo confiar en la mayoría de las noticias que consumo la mayor parte del tiempo”. En los EE.UU., el 38% de los encuestados estuvo de acuerdo con la primera declaración. El 53% estuvo de acuerdo con la segunda. “Solo Hungría, otro país profundamente polarizado, tiene una mayor brecha entre la confianza general (31%) y las fuentes de consumo personal (54%)”.
Los investigadores dieron “puntajes de polarización” a los países en “donde la distinción izquierda-derecha es significativa: países europeos, Australia y los Estados Unidos” (“En otros países, la distinción izquierda-derecha es menos importante que otras divisiones. Turquía, por ejemplo, está políticamente polarizada entre los partidarios del islamismo y los partidarios del kemalismo). Y sí: Estados Unidos gana cuando de polarización se trata.
La encuesta también reveló que la mayor desconfianza hacia los medios de comunicación proviene de la derecha de los Estados Unidos y de la izquierda en Reino Unido.
Y cuando se trata de las razones por las que la gente evita activamente las noticias, los conservadores estadounidenses son mucho más propensos que los liberales a decir que las evitan porque “no pueden confiar en que las noticias sean ciertas”.
“La aprobación de este proyecto de ley animará a nuestros ciudadanos, especialmente a los funcionarios públicos, a ser más responsables y moderados”. En Filipinas, el senador Joel Villanueva presentó un proyecto de ley que pretende encarcelar o multar a personas y compañías que difunden noticias falsas (con penas particularmente duras para los funcionarios gubernamentales que lo hacen). Las noticias falsas y la propaganda pro-Rodrigo Duterte (actual presidente filipino) son un gran problema en el país. Los filipinos son grandes usuarios de Facebook (cuyo acceso es gratuito a instancias de algunas compañías de telefonía móvil), y la periodista Maria Ressa –que dirige el sitio de noticias Rappler– dijo a CBC que muchos filipinos dejaron que sus datos móviles se agotaran y que solo confían en el Facebook gratuito, que “ayuda tanto a la desinformación como a la mala información, porque si no puedes permitirte pagar datos, lo que ves en tu Facebook gratuito son solo los titulares” (Rappler “libera algunas porciones de sus historias en Facebook Messenger para que los filipinos puedan verlas gratis”). Más sobre Rappler aquí.
La Conferencia Episcopal de Filipinas emitió una carta pastoral la semana pasada, pidiendo a los católicos que dejen de difundir noticias falsas, a las que conciben como “un pecado contra la caridad”.
“Tal vez los medios deberían dejar de informar sobre las noticias falsas”. “El poder de agenda de las noticias falsas: un gran análisis de datos del panorama de los medios digitales de 2014 a 2016”, fue publicado la semana pasada por investigadores de la Universidad de Boston (UB). El artículo sostiene que “las noticias falsas tienen una relación estrecha con los medios partidarios online, tanto para responder a su agenda como para establecerla”, pero brinda poca evidencia específica de esta situación, y tampoco diferencia entre artículos que desacreditan noticias falsas y artículos que buscan difundirlas aun más, razones por las cuales decidimos no publicar esta investigación en posts pasados. En una entrevista de seguimiento, dos de los autores del artículo –los profesores de la UB Michelle Amazeen y Lei Guo– hablan un poco más sobre su investigación. Guo: “Creemos que no importa de qué manera los medios cubran las noticias falsas, si conducen la atención de la gente hacia ellas, de alguna manera están ayudando a distribuirlas… Tal vez los medios de comunicación deberían hablar menos sobre las fake news. Si los consumidores de noticias no están seguros acerca de una declaración en particular, pueden ir a sitios web creíbles de fact-checking o verificación para obtener más información”.
Lo cierto es que la mayoría de la gente no va a hacer eso. Además, no estoy de acuerdo con la idea de que los medios deben ignorar a las noticias falsas en lugar de intentar desacreditarlas.
Translation by IJNet.