“新闻软文,” o “Un artículo suave de estilo noticioso”. ¿Quieres desacreditar a un periodista? Cuesta US$55.000. ¿Necesitas 100.000 firmas de personas reales en una petición de Change.org? Cuesta US$6.000. Y esos “artículos suaves” de China pueden conseguirse por algo así como US$15. La empresa de software de seguridad Trend Micro estudió mercados chinos, rusos, árabes/Oriente Medio e ingleses y se encontró con que “todo, desde promociones en redes sociales, creación de comentarios falsos e incluso manipulación de votos online, se vende a precios muy razonables. Sorprendentemente, descubrimos que los sitios de noticias falsas no siempre son obra de bots autónomos, sino que también pueden ser operados por personas reales a través de grandes programas de crowdsourcing”.
El informe “The fake news machine: How propagandists abuse the internet and manipulate the public” (“La máquina de las noticias falsas: cómo los propagandistas abusan de Internet y manipulan al público”) es impresionantemente detallado en su investigación, con listas de precios en varios idiomas y estudios de caso de varios países. A continuación mostramos la lista (en inglés) de ofertas del foro ruso SMOService, que “ofrece una amplia gama de servicios que también pueden venir con descuentos a granel (hasta un 55%) y paquetes VIP “todo en uno”. Algunas de sus ofertas notables incluyen poblar grupos con cuentas en vivo y bots, soporte para más plataformas (Telegram, Periscope y MoiMir), solicitudes de amigos, dislikes, hacer que un video en YouTube se vuelva tendencia, servicios ocultos para usuarios VIP, servicios específicos de geolocalización y 24 horas al día los siete días de la semana de atención al cliente”. El valor está en rublos y dólares.
“A esta altura debería estar muy claro que las redes sociales tienen efectos muy fuertes en el mundo real”, escriben los autores del informe. “Ya no se pueden descartar como ‘cosas que solo pasan en Internet’. Lo que ocurre dentro de Facebook, Twitter y otras plataformas sociales puede cambiar el curso de las naciones”.
¿No podemos simplemente dejar que los robots resuelvan el asunto? (Lo sentimos, pero no). Fake News Challenge, “un esfuerzo de base con más de 100 voluntarios y 71 equipos de la academia y la industria en todo el mundo”, busca “explorar de qué manera las tecnologías de inteligencia artificial (IA), en particular el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural, podrían ser aprovechadas para combatir el problema de las noticias falsas” (entre los asesores del proyecto están Alexios Mantzarlis, de Poynter, y Claire Wardle, de First Draft News). Para el primer concurso del Fake News Challenge, se invitó a los equipos participantes a centrarse en la detección de la postura, lo que implica “estimar la perspectiva relativa (o la postura) de dos partes del texto en relación con un tema, declaración o cuestión”, y “que podría servir como un ladrillo en la construcción del proceso de fact-checking asistido por Inteligencia Artificial”. Aquí están los ganadores. Y a continuación algunas palabras de Tom Simonite, de Wired:
[blockquote]”Mucho del trabajo de los fact-checkers y de los periodistas que siguen el rastro de las noticias falsas es manual, y espero que podamos cambiar eso”, dijo Delip Rao, organizador del Fake News Challenge, y fundador de Joostware, que construye sistemas de aprendizaje automático. “Si captas una noticia falsa en las primeras horas de haber sido generada, tienes la oportunidad de evitar que se propague, pero después de 24 horas ya se vuelve difícil de contener”.
El Fake News Challenge planea anunciar más concursos en los próximos meses. Una opción para la siguiente ronda es pedirle a los potenciales participantes que escriban un código que pueda capturar imágenes con texto superpuesto. Ese formato ha sido adoptado por algunas personas que crearon sitios falsos de noticias para cosechar dólares en anuncios después de que Google y Facebook incorporaran nuevos controles, dice Rao.[/blockquote]
Facebook quiere que le envíes por email tus “preguntas difíciles”. Facebook está “encarando un nuevo esfuerzo para hablar más abiertamente sobre algunos temas complejos”, lo que hasta ahora implica enviar un correo electrónico a hardquestions@fb.com con “input”. La empresa dice que explorará preguntas como “¿Quién define qué es una noticia falsa y no simplemente un discurso político polémico?”, o bien “¿Son las redes sociales buenas para la democracia?”
Por un lado, esta propuesta parece materia de burla. Por otro, Alexios Mantzarlis de Poynter sugirió la semana pasada que una forma de combatir la “división partidista sobre la percepción del fact-checking” (porque muchos conservadores no confían en el fact-checking) podría ser “establecer paneles de lectores que brinden datos interesantes”. Así que tal vez valdría la pena probar la propuesta de Facebook…
Translation by IJNet.